Vuelve la censura radical en 2025

El Gobierno quiere prohibir el rodaje de escenas sexuales sin la figura del coordinador y controlador del Ministerio de Cultura



En el régimen franquista para que una película española pudiera rodarse y proyectarse en los cines, el guion debía ser aprobado por la Dirección General de Propaganda. La Dirección General de Cinematografía incorporaba la presencia del censor, un señor que debía comprobar y verificar lo que se podía o no rodar y que -como no- concedía los permisos de rodaje y sacaba las tijeras incluso en la proyección final. La censura de la Junta Superior de Orientación Cinematográfica, si lo consideraba oportuno, podía proponer cambios o directamente cortar determinadas escenas, lo que a veces suponía que la película resultara incomprensible.

Pues ahora, en pleno 2025, El Estado incorpora una figura institucional que va a asistir a los rodajes y a supervisar -en principio- escenas subidas de tono. Se le llamará el "Coordinador de Intimidad" y junto al director y actores comprobará, prohibirá, sugerirá lo que se debe, se puede, y no se puede hacer. El Ministerio de Trabajo y Economía Social y el Ministerio de Cultura han presentado el Real Decreto con rango de reglamento que regula el trabajo de usuarios en redes sociales, limita la Inteligencia Artificial (IA)  y obliga a incluir la figura del coordinador de intimidad en el sector artístico. Yolanda Díaz y Ernest Urtasun han presentado esta propuesta, que regula la relación laboral de artistas, técnicos y auxiliares en el ámbito de las artes escénicas, audiovisuales y musicales de cine y teatro.

El Estado vuelve a erigirse como el principal censor. Aunque históricamente propio de regímenes autoritarios vemos que en "democracias" supuestas se aplica con nombres o departamentos más sutiles pero con idéntico efecto: la Generalitat de Catalunya aplica censura feroz y vergonzosa mediante el control de la radiodifusión y la comunicación audiovisual, enmascarada en controles y permisos. La realeza, la Iglesia, los editores y otros círculos de poder también han sido protagonistas del control de la opinión y los contenidos. Actualmente añadimos además a las grandes plataformas tecnológicas de internet. En los 90's solo podían transmitir información, pero en la actualidad, ganando relevancia, descaro y poder, ejercen un control absoluto los grandes como Youtube, Facebook, y otros.  Bajo la excusa de "moderación de contenidos" siguen claras líneas políticas, y corrientes de opinión para colaborar radicalmente con La Ventana de Overton que necesitan los Estados y el sistema. Por igual, los dirigentes de la UE están aplicando medidas drásticas para que internet no siga siendo un flujo de información libre que no interesa al sistema. Para ello han creado la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales bajo la excusa habitual de combatir la desinformación y discurso de odio. Algo para lo que ellos quieren seguir teniendo el monopolio, para así seguir controlando en todo momento las mentiras y manipulaciones, y a quién debemos o no odiar, y por supuesto ir moviendo La Ventana de Overton a conveniencia.

El resultado lamentable es un mundo actual donde los ciudadanos poseemos claramente menos derechos para recibir información libre y veraz, y nula libertad de expresión. Se hace cada vez más complicado el encontrar información no filtrada y manipulada por las herramientas del poder. Mucho más que a finales del siglo XX.

En realidad, estamos en un retroceso de derechos y nivel de vida espeluznante en Europa. Para entender mejor como hemos llegado hasta esta preocupante situación en España y la UE es altamente recomendable leer "La gran estafa de la democracia" (disponible en Amazon).